El tema en el que el autor se centra en este capitulo es lo que el
llama la falacia lúdica. Se trata de la falsa percepción que se
suele tener con respecto al jugo, y es que, según Taleb, los riesgos
con lo que ha de contar un casino no son los relacionados con las
perdidas propias del juego, o los jugadores que hacen trampas, sino
los que son completamente ajenos a estos ámbitos; los Cisnes Negros.
En un casino, sabemos de antemano el tipo de incertidumbre al que
estamos expuestos, y por lo tanto podemos calcular las
probabilidades. El impacto, por lo menos para el casino es muy bajo.
Nos expone a modo de aclaración el ejemplo de las perdidas a las
que un casino tuvo que hacer frente, todas ellas de gran impacto,
Cisnes Negros. Por citar algunos ejemplos diremos que el casino en
cuestión perdió unos cien millones cuando un tigre mutiló a un
actor, o también cuando el dueño se vio obligado a pagar el
secuestro de un familias querido.
Como podemos ver, el impacto del juego no es gran cosa si lo
comparamos con esas situaciones inesperadas que suponen grandes
perdidas de verdad y contra las que un casino no puede protegerse.