Las
catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático se han incrementado
en un 350% a partir de los noventa según el PNUMA (Programa de la ONU para el
Medio Ambiente), sobre todo las inundaciones en diferentes partes del mundo;
los vendavales y las tormentas se han duplicado. Tomar decisiones ante una
catástrofe natural no siempre es fácil. Un equipo de matemáticos
madrileños ha desarrollado un sistema informático que podría esclarecer
cuáles son las mejores estrategias a adoptar tras un terremoto, una inundación
o un tsunami.
“El Sistema Experto para el Diagnóstico en Desastres (SEDD) es una
herramienta informática de predicción y diagnóstico de los desastres
naturales para ayudar a las ONG en la toma de decisiones
estratégicas”, ha explicado a SINC Begoña Vitoriano, profesora del
Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Facultad de
Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y coautora de un
estudio que este mes publica la revista Knowledge-Based Systems. El
programa parte de la información sobre el tipo de desastre (terremoto,
inundación,
huracán, tsunami,
incendio...), unidades cuantificables (escala
Richter para terremotos, velocidad del viento para huracanes,
etc.) y una medida de la vulnerabilidad de la zona. Para obtener ésta última,
la más difícil de conseguir, los científicos emplean el índice de desarrollo
humano que facilita la ONU por país, y lo modifican para ajustarlo a la situación de
la región afectada.
Con estos datos la
aplicación informática estima la magnitud de las consecuencias de la
catástrofe “en términos de fallecidos, heridos, personas sin hogar, otros
afectados y coste”, una información muy útil para las ONG. La elección de
estas variables se ha realizado a partir de la base de datos del Centro de
Investigación en Epidemiología de Desastres de la Universidad de Lovaina
(Bélgica), colaborador de la OMS.
Para enfrentarse a la alta imprecisión e incertidumbre de los datos que se manejan en estos casos, los investigadores trabajan con lógica difusa, una herramienta matemática que opera con intervalos de números (no con cifras exactas) para tratar de cuantificar “lo mucho o lo poco” de magnitudes como el número de heridos o afectados. “El sistema de ayuda a la decisión que proponemos se podría haber aplicado perfectamente, tras el terremoto de Haití, ya que se centra en la valoración de las consecuencias de desastres como éste, donde la primera información es escasa, poco fiable o, en general, de baja calidad”, apunta Juan Tinguaro Rodríguez, miembro también del equipo de la UCM.
Reparto de la ayuda
Otra de las aplicaciones informáticas desarrolladas
por estos matemáticos y que acaba de publicar la revista Journal of
Multi-Criteria Decision Analysis, es un sistema de distribución de ayuda
humanitaria (HADS, por sus siglas en inglés). La herramienta se basa en el
uso de un mapa logístico del territorio, con nodos (localidades) y conexiones
(caminos y carreteras). El “grafo” incluye la demanda de ayuda en unos nodos
(poblaciones afectadas), la oferta en otros (aeropuertos, puertos o almacenes),
la disponibilidad y características de los vehículos (tipo, capacidad,
velocidad, coste), así como datos sobre las conexiones (distancias, estado de
las carreteras, riesgo de asalto).
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